El medio ambiente y el ser humano
Nuestro planeta constituye un conjunto
medioambiental equilibrado, en el que todos los elementos interaccionan entre
sí, incluido el hombre. Sin embargo, la actividad humana, tendente a lograr una
mayor comodidad y desarrollo para nuestra especie, ha producido, como efecto
secundario indeseado, un proceso de degradación medioambiental más o menos
acusado según las áreas.
Transformación y conservación del medio:
El hombre forma parte del medio
ambiente. Sin embargo, su actividad produce cambios. La transformación del
medio natural en un medio humanizado ha seguido los siguientes pasos:
- Descubrimiento de la agricultura y
la ganadería. Mayor disponibilidad de alimentos y cambios de
aspecto en el paisaje.
La extensión de los cultivos produce cambios
drásticos en el paisaje.
- Avances científicos y
técnicos,
que aumentan la capacidad de supervivencia del ser humano.
- Realización de obras de todo tipo: edificios,
caminos, canales, puentes, etcétera.
- Industrialización, a partir del siglo XVIII,
que produce efectos de cambio radical en el medio ambiente a escala
planetaria.
- Crecimiento demográfico, facilitado por los puntos
anteriores, que obliga al ser humano a colonizar nuevos territorios y
cambiarlos en su propio beneficio.
A lo largo del siglo XX la humanidad ha
superado la cifra de 6.000 millones de habitantes y ocupa prácticamente todo el
planeta. Los bosques son talados para conseguir madera y nuevas zonas agrícolas
y los recursos marinos y del subsuelo se explotan a tal escala que no tardan en
agotarse. El conjunto de estas actividades ha tenido como resultado unatransformación
general de los ecosistemas planetarios, hasta tal punto que la acción
humana puede llegar a suponer una seria amenaza para el mantenimiento de la
vida en la Tierra a largo plazo.
La conservación del medio se
impone, pues, como la única manera de alcanzar un ritmo de desarrollo
sostenible que permita La expansión humana sin poner en peligro el delicado
equilibrio ecológico que caracteriza al ecosistema total de nuestro planeta.
La degradación del medio
Prácticamente todas las actividades humanas transforman el medio natural
y provocan cierto grado de degradación. No obstante, algunas resultan
particularmente importantes:
- Agricultura y ganadería: pérdida de bosques,
aumento de la erosión y disminución de la producción de oxígeno.
Desaparición de la flora y la fauna naturales. Impacto visual por la
parcelación de los terrenos.
- Pesca: Disminución numérica, o
incluso extinción, de diversas especies marinas.
- Extracción de recursos: erosión del terreno,
contaminación del suelo y del subsuelo.
- Industria: contaminación atmosférica
y de las aguas, lluvia ácida, gases de efecto invernadero.
- Producción de energía: Impacto visual,
contaminación atmosférica (centrales térmicas), destrucción de ecosistemas
terrestres (presas), generación de radiaciones y residuos muy peligrosos
(centrales nucleares).
- Urbanización e
infraestructuras:
transformación del paisaje, pérdida de ecosistemas, erosión del terreno
por obras diversas, contaminación atmosférica y de aguas, y generación de
gran cantidad de residuos.
- Guerras: poco consideradas desde el
punto de vista del cambio medioambiental, los conflictos bélicos provocan
graves daños ecológicos, especialmente cuando se emplean armas químicas o
nucleares.
Problemas medioambientales
Nuestro mundo sufre la amenaza de un cambio radical en sus ecosistemas.
Las principales causas son las siguientes:
- Contaminación del agua dulce y de los mares:
producida por la actividad industrial y las ciudades.
- Contaminación del aire: procedente de la industria
y los automóviles. La generación de gases de efecto invernadero representa
un peligro de calentamiento global que podría cambiar el
clima a nivel planetario.
- Destrucción de la capa de
ozono:
resultado de la emisión de ciertos gases industriales, la pérdida de esta
capa atmosférica dejaría a la Tierra sin protección contra las radiaciones
solares.
- Destrucción de los bosques: la pérdida de la vegetación
natural, unida al calentamiento global, permite un rápido avance
del desierto.
- Residuos urbanos: la acumulación de basura
es un grave problema de las ciudades modernas.
- Eliminación de la
biodiversidad: la
pérdida de variedad biológica empobrece el ecosistema global y priva a la
humanidad de importantes recursos.
La transformación del entorno por el hombre no es
reciente, se suele decir que ésta comenzó hace ya 50.000 años desde el mismo
momento en que el ser humano logró un control efectivo sobre el fuego.
En su ambiente natural los homínidos, australopitecos y otros,
sobrevivieron gracias a la recolección de raíces, frutos y carroña.
Posteriormente, el fuego y las herramientas de piedra los convertirían en
depredadores. Hacia el neolítico, la evolución cultural los conduce hacia el
pastoreo, la ganadería y la agricultura. En resumen, la posición de los
antiguos homínidos en el ecosistema fue la de consumidores, condición que
también nos corresponde en la actualidad.
Con la aparición del homo Sapiens, y su más amplia dispersión
ecológico-geográfica, comenzaba un proceso de aislamiento y segregación racial
del que surgieron durante el Pleistoceno superior los sapiens primitivos: Homo
sapiens neanderthalensis y Homo sapiens sapiens.
La cultura de los neanderthales se caracteriza por una tecnología lo
suficientemente elaborada como para disputar espacio y recursos a la fauna de
su tiempo: mamuts, oso de las cavernas, grandes felinos, etc. Su utillaje
incluía herramientas de piedra para cortar, perforar o desbastar; y para
trabajar la madera: cuchillos, raspadores, punzones, sierras y otros. No sólo
ocuparon cuevas sino que fueron capaces de construir chozas y su actitud ante
la muerte incluía el uso del sepulcro y ciertos rituales.
La etapa final del proceso evolutivo humano se caracteriza por la
presencia del Homo sapiens sapiens, cuyos vestigios fósiles pertenecen al
Paleolítico superior. Los antropólogos designaron a estos hombres fósiles con
el nombre de raza de Cro-Magnon, antecesora de las razas humanas actuales.
Neanderthales y Cromagnones coexistieron hasta hace unos 40.000 años,
con una economía y modo de vida similar: se trataba de pueblos
cazadores-recolectores.
Son los sucesores del hombre de Cro-Magnon los que inician, durante el
neolítico, la revolución agrícola, hace aproximadamente 10.000 a 8.000 años.
La forma más primitiva de agricultura -el cultivo de azada o cultivo
hortense- constituía, en muchos casos, un mero complemento de la economía
pastoril, caza y recolección; dependía de instrumentos rudimentarios que poco
trastorno causaban sobre el suelo y la vegetación. Esta forma de explotación de
la naturaleza subsiste aún en amplias regiones de Asia, África y América. Los
campesinos no abonan, ni irrigan las parcelas, sino que éstas luego se
abandonan y el campesino busca otras áreas de bosque o matorral para iniciar el
mismo quehacer rutinario.
No obstante, en la cuenca del Nilo y otros grandes ríos, los
agricultores aprovecharon el sustrato limoso de las inundaciones para cultivar,
los campesinos no tenían necesidad de emigrar en busca de nuevas tierras.
Aquella remota etapa proto agrícola-cazadora estaba expuesta a las
oscilaciones climáticas. Durante las temporadas de sequía los animales se
acercaban a los campos para alimentarse. Así, se dio la domesticación de
animales, incluyendo gallinas, perros y gatos.
Consecuentemente, la revolución agrícola fue más allá de una mera
producción de alimentos. Suscitó cambios fundamentales en actitudes y
cambios de mentalidad, es decir, significó una verdadera revolución cultural.
El género humano aprendió a aprovechar la fuerza del viento, inventó el arado,
el carro de ruedas, el bote de vela, etc. Todo ello lo habilitó para la vida
urbana. Poco a poco, se fueron organizando en comunidades más o menos
permanentes, precursoras de los grandes centros urbanos.
Alimentación abundante y alojamiento seguro se tradujeron en un
incremento numérico de la población humana. Talar bosques, drenar pantanos,
invadir estuarios, trazar caminos, construir canales y acueductos, fueron
labores habituales que impactaron severamente en los ecosistemas, debido a las
necesidades de espacio para urbanizar o habilitar los suelos para el cultivo.
El paisaje se perturbaba irreversiblemente. La fauna se replegó hacia los
hábitats naturales cada vez más disminuidos y fragmentados.
La producción agrícola y artesanal se
mantuvo varios siglos y aunque la Edad Media fue testigo de grandes inventos,
el progreso, entendido como "aumento de la eficacia con que el ser humano
explota intensivamente su medio físico para cubrir sus necesidades" parecía
estancado. Hubo de esperarse algunos siglos más para llegar a la siguiente
etapa: la Revolución Industrial, la que originó los impactos más importantes.
Ésta se divide en dos épocas:
1.- 1780 a 1860: primera Revolución Industrial, o revolución del carbón
y del hierro.
Comprende cuatro fases:
- Mecanización de la industria y de la agricultura.
- Aplicación de la fuerza motriz en la industria. La fuerza del vapor transformó los talleres artesanales en fábricas de producción en serie y masiva; transformó asimismo el transporte, las comunicaciones y la agricultura.
- Desarrollo del sistema fabril.
- Desarrollo espectacular de los transportes y las comunicaciones.
- Mecanización de la industria y de la agricultura.
- Aplicación de la fuerza motriz en la industria. La fuerza del vapor transformó los talleres artesanales en fábricas de producción en serie y masiva; transformó asimismo el transporte, las comunicaciones y la agricultura.
- Desarrollo del sistema fabril.
- Desarrollo espectacular de los transportes y las comunicaciones.
2.- 1914: segunda 1860 la revolución industrial, o revolución del
acero y la electricidad.
Presenta las siguientes características:
- Sustitución del hierro por el acero.
- Reemplazo del vapor por la electricidad y por los derivados del petróleo.
- Máquinas automatizadas y especialización del trabajo.
- Aplicación de la ciencia a procesos industriales.
- Transformaciones radicales en el transporte y en las comunicaciones.
- Implantación de nuevas normas de organización capitalista.
- Expansión de la industrialización hacia Europa central y oriental y al Extremo Oriente.
- Sustitución del hierro por el acero.
- Reemplazo del vapor por la electricidad y por los derivados del petróleo.
- Máquinas automatizadas y especialización del trabajo.
- Aplicación de la ciencia a procesos industriales.
- Transformaciones radicales en el transporte y en las comunicaciones.
- Implantación de nuevas normas de organización capitalista.
- Expansión de la industrialización hacia Europa central y oriental y al Extremo Oriente.
Las nuevas tecnologías han conducido a una
explosión demográfica sin precedentes en la historia de nuestra especie. En
1830, la población mundial llegó a los 1.000 millones de habitantes. Desde
entonces los posteriores miles de millones se han sucedido a un ritmo cada vez
más veloz: 2.000 millones en 1930, 3.000 millones en 1960, 4.000 en 1975, 5.000
en 1987, y se estima que en la actualidad somos ya 6.000 millones de
habitantes.
El aumento de la pobreza ha sido también
patente, se estima que en el periodo 1985-90, el 93% del crecimiento de la
población se ha producido en los países pobres y esta tendencia se acentuará en
el futuro según las previsiones de la ONU.
El crecimiento de las ciudades es otra de las
características del presente siglo. Se calcula que el ritmo de crecimiento de
la población de las ciudades en todo el mundo, es actualmente de un 2,5% anual,
muy por encima del crecimiento global de la población estimado por la ONU en un
1,7%. A este ritmo, el número de ciudadanos se duplicará en los próximos 25
años. Y lo que es más importante: el 90% de este crecimiento urbano tiene
lugar en los países pobres, donde las poblaciones urbanas aumentan a un ritmo
del 3,5% anual.
Porcentaje de la población humana respecto a la población total
(1956, 1986 y proyecciones para el 2000)
Porcentaje de la población humana respecto a la población total
(1956, 1986 y proyecciones para el 2000)
950
|
1986
|
2000
|
|
%
|
%
|
%
|
|
América del Norte
|
64
|
74
|
78
|
Europa
|
56
|
73
|
79
|
CEI (ex URSS)
|
39
|
71
|
74
|
Este de Asia
|
43
|
70
|
79
|
América Latina
|
41
|
65
|
77
|
China
|
61
|
65
|
73
|
África
|
15
|
30
|
42
|
Sur de Asia
|
15
|
24
|
35
|
Mundo
|
29
|
43
|
48
|
Los efectos de todo ello sobre el medio ambiente son patentes. El consumo de energía por parte de éstas es mucho más alto que en el medio rural, el requerimiento de transportes, recursos (alimentos por ejemplo) y la generación de residuos son otros de los problemas en los que están implicadas las grandes aglomeraciones urbanas.
No obstante, la preocupación por el medio ambiente, en nuestra cultura,
es un hecho reciente, que se remonta a la segunda mitad del presente siglo.
En el presente nos enfrentamos a problemas como
el cambio climático (como consecuencia del efecto invernadero provocado por la
emisión de CO2 por las actividades humanas), la destrucción de
la capa de ozono (provocado por el empleo de clorofluorocarbonos en diversas
formulaciones químicas), la desertización, la desaparición de especies, la
contaminación, el calentamiento progresivo de la tierra, etc. unidos a
una serie de catástrofes de gran magnitud como las acaecidas en Seveso, Alaska
(Exxon Valdez /1), Bhopal y especialmente Chernobil, han
actuado como detonante que arrastró a una preocupación de la sociedad por lo se
ha denominado "medio ambiente".
Concepto de Medio Ambiente
El "Medio Ambiente" es un concepto nuevo, que, en palabras del
Tribunal Constitucional, no ha nacido de la nada, sino para reconducir a la
unidad los diversos componentes de una realidad en peligro.
El concepto de Medio Ambiente implica directa e íntimamente al ser humano, ya que se concibe, no sólo como aquello que rodea a las personas en el
ámbito espacial, sino que además incluye el factor tiempo, es decir, el uso que
de ese espacio hace la humanidad referido a la herencia cultural e histórica.
El Tribunal Constitucional ha definido al Medio Ambiente como "el
entorno vital del hombre en un régimen de armonía, que aúna lo útil y lo
grato" y que "comprende una serie de elementos o agentes geológicos,
climáticos, químicos, biológicos y sociales que rodean a los seres vivos y
actúan sobre ellos para bien o para mal, condicionado su existencia, su
identidad, su desarrollo y más de una vez su extinción, desaparición o
consunción".
No obstante, podemos encontrar otra visión no antropocéntrica del Medio Ambiente según la cual, éste es un conjunto de elementos interrelacionados entre
sí formando un sistema: la fauna, la flora, junto al soporte físico donde los
anteriores elementos nacen, se desarrollan y mueren, formarán parte de este
sistema, incluyendo al ser humano.
Funciones del Medio Ambiente
La Naturaleza, en relación con la economía cumple tres funciones
básicas:
1ª.- La Naturaleza es fuente de recursos energéticos (petróleo,
carbón...) y de materiales que son transformados en bienes y servicios para su
posterior consumo, o en residuos y vertidos que regresarán a la naturaleza por
distintas vías (agua, aire o residuos sólidos).
2ª.- La Naturaleza es receptor de los residuos generados por el sistema
económico -en el consumo de los bienes transformados también se generarán
residuos que volverán a su vez a la Naturaleza-, que en algunos casos serán
asimilados por ella, por medio de transformaciones a través de procesos
químicos y biológicos. La capacidad de asimilación del medio puede ser
interpretada como la capacidad de procesar en sus circuitos, como la capacidad
de dispersas, diluir y/o filtrar los elementos que se incorporen al medio
físico transportándolos a lugares donde los impactos presenten moderada
agresividad, y/o manteniéndolos por debajo de los niveles de inmisión
requeridos por la legislación vigente o, de los estándares que
consideremos aceptables.
3ª.- Por último, la Naturaleza es esencial para el mantenimiento de la
vida, es el marco en que se sustentan los organismos vivos.
Antecedentes inmediatos y toma de conciencia. Concepto de Desarrollo
Sostenible
La primera oleada de literatura ambientalista se produce a
principios de los años 60 (B. Russell, Carson, Udall, Dorst...). A esta
primera denuncia científica se la ha calificado de "pesimismo
ecológico". Todos los autores coinciden en que la propia supervivencia del
hombre está amenazada y que éste se encuentra en un camino imparable hacia su
destrucción si la situación continúa en la misma forma.
Todo ello culmina con el estudio publicado por el Club de Roma en 1972,
denominado "Los límites del crecimiento" sobre el
crecimiento de la población, la industrialización, contami-nación, agotamiento
de los recursos naturales y sus efectos interactivos...; el que mayor impacto
produjo en la conciencia mundial. La
conservación del medio ambiente es hoy uno de los retos más urgentes a
los que se enfrenta la humanidad. El desarrollo hasta nuestros días se ha
caracterizado por el predominio de la tendencia hacia la máxima rentabilidad a
corto plazo en cuanto al uso de los recursos naturales, que se han considerado
prácticamente inagotables, así como ilimitada la capacidad de la atmósfera y
los mares para absorber la contaminación y los residuos generados.
La contaminación de ríos y mares, regiones afectadas
por lluvias ácidas o desertización fueron las primeras señales de que este tipo
de comportamiento podía causar daños quizá irreversibles a la naturaleza.
Uno de ellos es el
mundo natural, el de las comunidades de plantas y animales, el del medio físico que
se manifiesta en el aire, suelo y agua, y al cual el hombre se encuentra
inexorablemente unido. El otro mundo es el creado por la sociedad misma,
representada por sus organizaciones sociales y sus invenciones. Este mundo ha
sido construido por su ciencia y su tecnología, y en él mantiene la búsqueda
del dominio de un medio ambiente que satisfaga las necesidades humanas que van
más allá de las meramente biológicas.
El ser humano debe ser plenamente consciente en la dualidad en que vive.
El esquema hasta ahora vigente es que el mundo de la fauna, la flora, los
suelos y el resto de los recursos naturales subyace y se somete a los
propósitos creados por y para el género humano. Este esquema debe
cambiar, debe revertirse para garantizar la supervivencia y armonización de
ambos mundos. Sin embargo, esto no podrá darse hasta que la comprensión del
funcionamiento y la estructura del mundo natural sea parte de la cultura del
ciudadano. Lo anterior, significa que las personas de cualquier nivel
socioeconómico, en cada nación o cultura, tomen conciencia de que sus
actividades diarias no sólo están regidas por factores económicos y sociales,
sino que es obligada la existencia de un ambiente natural sano que sostenga
tales actividades y que propicie la continuidad tanto de los sistemas vivos
como de los creados por el hombre.
Es importante que todo ciudadano cuente con información acerca de su
ambiente, pues de esta manera podrá ejercer presión sobre las políticas de
desarrollo que lo dañan; pero es más importante que los líderes, y quienes
toman las decisiones, tengan el conocimiento y manejen la información
ambiental, priorizando esta sobre los intereses económicos de naciones y
multinacionales.
El nuevo enfoque parte del reconocimiento de que la mayoría de los
problemas ambientales existentes responden a determinados sistemas de
producción y actitudes sociales que es necesario modificar.
El desarrollo es insostenible si el uso de recursos naturales supera su
ritmo de renovación o si la producción de residuos sobrepasa la capacidad de
recepción o asimilación de éstos por el medio.
Definiciones
del concepto de desarrollo sostenible:
1.- Según el informe Brundtland (también denominado Nuestro Futuro Común
-1987-), desarrollo sostenible es "aquel desarrollo que satisface las
necesidades de las presentes generaciones sin comprometer la habilidad de
futuras para satisfacer sus propias necesidades".
2.- Goodland y Ledec, 1987. Definen desarrollo sostenible como "un
patrón de transformaciones sociales y estructurales económicas las cuales
optimizan los beneficios económicos y sociales disponibles en el presente, sin
poner en peligro el probable potencial de beneficios similares en el
futuro".
3.- IUCN (Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza -1991).
Define el desarrollo sostenible como "la estrategia que lleva a mejorar la
calidad de vida, sin rebasar la capacidad de carga de los ecosistemas que la
sostienen, entendiendo por capacidad de carga de un ecosistema la capacidad que
tiene para sustentar y mantener al mismo tiempo la productividad, adaptabilidad
y capacidad de renovación del recurso".
4.- Robert Allen (1980) lo define como "el utilizar a las especies
y a los ecosistemas con niveles y formas tales que les permitan renovarse a sí
mismos indefinidamente para todos los fines prácticos".
Evolución de la cuestión ambiental en el ámbito internacional
A finales de los años 60, y auspiciadas por las primeras presiones de
los movimientos sociales en defensa del medio ambiente, comienzan a surgir
algunos documentos de transcendental importancia en el ámbito internacional
generadas por algunas Organizaciones Internacionales: Declaración de principios
de Consejo de Europa sobre la lucha contra la contaminación del aire -08/03/68- o Carta del Agua del Consejo de Europa
-06/05/68-.
Por su parte, en
1968, la Asamblea General de la ONU inició los trabajos preparatorios de una
Conferencia Especializada que se realizaría cuatro años más tarde.
Efectivamente,
en 1972 se celebró en Estocolmo, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el
Medio Ambiente Humano, (primera reunión mundial sobre medio ambiente). Fue éste
el año en que el Club de Roma publicó su alarmante informe "Los límites al
crecimiento".
El encuentro trató de llamar la atención de los Gobiernos sobre el
deterioro del medio ambiente y los cruciales problemas que por aquel momento
atravesaba. Se adoptó una Declaración en la que se destacó que "la
protección y mejora del medio ambiente humano es una cuestión fundamental que
afecta al bienestar de los pueblos y al desarrollo económico del mundo entero,
un deseo urgente de los pueblos de todo el mundo y un deber de todos los
Gobiernos".
Se
creó un organismo de carácter sectorial denominado Programa de las Naciones
Unidas para El Medio Ambiente -PNUMA, con sede en Nairobi (Kenia)-. Su misión era
ser "conciencia" de las Naciones Unidas y por tanto, su función, era
motivar e inspirar para aumentar el nivel de acciones en el campo del medio
ambiente, concienciar a todos los niveles a la sociedad, así como coordinar el
trabajo de todas las organizaciones y agencias de las Naciones Unidas en
materia de medio ambiente.
Las actividades encaminadas a integrar el medio ambiente en los planes
de desarrollo y en los procesos de adopción de decisiones en el plano nacional,
no llegaron muy lejos en los años siguientes. Continuó agravándose, entre otros
problemas ambientales, el agotamiento de la capa de ozono, el cambio climático
y la degradación de los bosques. Esta actitud fue justificada por los gobiernos
en base a que la situación de recesión económica que se vivía en aquellos años
no permitieron modelos alternativos para el desarrollo.
En
1982, la Reunión Especial del Consejo del PNUMA volvió a llamar la atención
sobre el progresivo deterioro del medio ambiente y la situación del tercer
mundo. La
Asamblea General de la ONU crea la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y
Desarrollo -1983- cuya dirección se encomendó a la, por aquel entonces, jefa de
la oposición noruega Gro Harlen Brundtland.
En 1987, se publica el informe Nuestro Futuro Común (conocido también
como "Informe Brundtland"). Aquí se pone en evidencia los problemas
ambientales a los que el desarrollo económico ha conducido, tales como el
efecto invernadero y la desaparición de especies, así como otros de carácter
social como son los problemas con el tercer mundo. En él se advertía que la
humanidad debía cambiar las modalidades de vida y la interacción comercial, si
no deseaba el advenimiento de una era con niveles de sufrimiento humano y
degradación ecológica insostenibles.
La
Comisión Brundtland
declaró que el desarrollo sostenible era posible (muy importante,
reconocimiento por parte de los organismos internacionales del propio sistema),
que debía ser aplicado al manejo de la economía, la tecnología y los recursos
naturales y que, además, requería de un cambio masivo en los objetivos de la
sociedad. En este mismo informe, se indica que los países desarrollados, con el
26% de la población mundial, consumen el 80% de la energía, acero y otros
metales y papel del mundo, y aproximadamente el 40% de todos los alimentos. El Informe Brundtland fue divulgado por la
prensa a escala mundial y fue punto de partida para el debate que se desarrolló
entre el 3 y el 15 de junio de 1992 en la Conferencia de las Naciones Unidas
sobre Medio
Ambiente y Desarrollo de Río de Janeiro, la más conocida como Cumbre de la
Tierra. Sus objetivos fundamentales eran lograr un equilibrio justo entre las
necesidades económicas, sociales y ambientales de las generaciones presentes y
futuras y sentar las bases para una asociación mundial entre los países
desarrollados y los países en desarrollo, así como entre los gobiernos y los
sectores de la sociedad civil, sobre la base de la comprensión de las
necesidades e intereses comunes /2.
Tras
la Cumbre de la Tierra se creó la Comisión sobre el Desarrollo
Sostenible para apoyar, alentar y supervisar a los gobiernos, los organismos de
las Naciones Unidas y los grupos principales en las medidas que habrán de
adoptar para aplicar los acuerdos alcanzados. Esta Comisión se reúne anualmente
en Nueva York, presenta informes al Consejo Económico y Social y formula
recomendaciones ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, su función consiste
en examinar la aplicación de los acuerdos alcanzados en Río, impartir
orientación normativa a los Gobiernos y a los grupos principales elaborando
nuevas estrategias en caso de que sea necesario.
Se
creó, en 1993
y en el seno de las Naciones Unidas, una Junta Consultiva de Alto Nivel
sobre el Desarrollo Sostenible, por recomendación de la Cumbre de la Tierra, y en 1995 se creó el Grupo
Intergubernamental sobre los Bosques (éste centra su atención en la ordenación
sostenible de los bosques y la aplicación de los acuerdos sobre esta materia
adoptados en Río).
La
realidad es que los días 23 y 27 de junio de 1997, la Comisión de
Desarrollo Sostenible se reunió en Nueva York a fin de examinar el estado de
cumplimiento de los compromisos adoptados en Río, cinco años después de su
celebración. Las conclusiones de tal reunión se plasmaron en un informe
en el que se expuso un resumen de lo sucedido en los últimos cinco años.
Se puede decir que no es ni mucho menos alentador. La conclusión es que la
situación es muy similar o incluso peor a la de Río. Ello ha conducido a un
pesimismo patente en la Comunidad Internacional que se ha acentuado a raíz de
los problemas surgidos en torno a la ratificación del Convenio de Kioto por los
Estados Unidos.
En tales circunstancias parece oportuno recordar la famosa Carta del
Jefe Indio Seattle /3.
1/ La noche del 24 de marzo de 1989, el petrolero Exxon
Valdez, cargado de crudo, chocó con los bajíos del Bligh Reef en Prince
Sound (Alaska) provocando uno de los vertidos más graves ocurridos en las
costas de América del Norte: 36.000 toneladas de crudo contaminaron casi 2.100
km de costa y afectaron a 3 parques naturales y ocho áreas protegidas.
Los
efectos del vertido fueron devastadores. Entre ellos cabe destacar la pérdida
de fauna: quizás más de 5.000 nutrias marinas, 3.000 focas comunes, 22 orcas,
más de 150 pigargos americanos y unas 250.000 aves acuáticas, entre otros. Los
habitantes de la zona sufrieron pérdidas de gran consideración pues la pesca
era la principal actividad económica del lugar. Para las poblaciones indígenas
el vertido supuso la pérdida de su principal recurso de subsistencia así como
de parte de su patrimonio cultural.
La
Exxon Corporation
ya ha pagado a los gobiernos federal y estatal más de mil millones de
dólares en concepto de daños y perjuicios penales y civiles. Sin embargo, aún
está pendiente la cuestión de la indemnización a los habitantes de la zona. En
1994, tras un juicio que duró cuatro meses y medio, un jurado condenó a la
Exxon a abonar a los pescadores de las comunidades afectadas cinco mil millones
de dólares como indemnización por las pérdidas económicas sufridas a
consecuencia del vertido. La sentencia fue apelada por la empresa y actualmente
el juicio aún no se ha resuelto.
Diez años más tarde, a pesar de los esfuerzos realizados por la
comunidad científica, los efectos a largo plazo del vertido aún no se conocen con
seguridad. Algunas poblaciones de animales, como los salmones jorobados o el
arao común, se están recuperando. Sin embargo otras como la foca común o
el arenque no presentan signo alguno de recuperación.
A raíz del vertido, el Congreso de los Estados Unidos promulgó leyes
destinadas a reducir el riesgo de desastres como éste, entre ellas una
orden federal que exige que todos los petroleros que circulen por aguas
estadounidenses dispongan de cascos dobles en el año 2015. Si esta norma
hubiera estado vigente en 1989 el vertido de crudo se habría visto reducido en
un 60%
2/ En ella se adoptaron tres grandes
acuerdos que habrían de regir la labor futura:
1º.- Declaración sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de Río de
Janeiro. Tomado de: Centro para Nuestro Futuro Común, 1993. Cumbre para la
Tierra. Programa para el Cambio. Texto de Michael Keating. Ginebra, Suiza.
Al reconocer a la naturaleza integral e independiente de la Tierra,
nuestro hogar, las naciones reunidas de la Cumbre para la Tierra, en Río de
Janeiro, aprobaron un conjunto de principios destinados a orientar el
desarrollo futuro. Mediante estos principios se definen los derechos de los
pueblos al desarrollo, junto con sus responsabilidades con respecto a la
preservación del entorno común. En ellos se reafirman ideas proclamadas en la
Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano,
aprobada en Estocolmo, 1972.
En esta Declaración
de Río
de Janeiro se asevera que el logro del desarrollo económico a largo
plazo exige de forma ineludible su vinculación con la protección del medio
ambiente, lo cual será posible únicamente mediante una alianza mundial nueva y
equitativa en la que participen los gobiernos, la población y los sectores
clave de la sociedad. Asimismo, se deberán suscribir acuerdos internacionales
en los que se proteja la integridad del medio ambiente mundial y el sistema de
desarrollo.
Las
ideas expuestas mediante los principios de Río de Janeiro figuran: el derecho de los
seres humanos a un vida saludable y productiva, en armonía con la naturaleza;
la consecución del desarrollo, sin socavar las necesidades ambientales y de
desarrollo de las generaciones presentes y futuras; el derecho soberano de los
Estados a explotar sus propios recursos, pero sin causar daños al medio
ambiente fuera de su jurisdicción nacional; el establecimiento de normas
internacionales para la indemnización ante perjuicios ocasionados por
actividades realizadas dentro de la jurisdicción nacional de los Estados en
zonas situadas fuera de ésta; el deber de los Estados de utilizar un criterio
de precaución para la protección del medio ambiente, sin que se aluda a la falta
de certeza científica para postergar la adopción de medidas eficaces en función
de los costos, con el fin de impedir la degradación del medio ambiente cuando
haya peligro de daño grave o irreversible; para alcanzar el desarrollo
sostenible, la protección del medio ambiente deberá constituirse como parte
integrante del proceso de desarrollo, y no podrá considerarse en forma aislada;
la erradicación de la pobreza y la reducción de las disparidades en los niveles
de vida en distintas zonas del mundo son condiciones esenciales para lograr el
desarrollo sostenible y satisfacer las necesidades de la mayoría de la
población.
Los
Estados deberán cooperar para conservar, proteger y restablecer la salud y
la integridad del ecosistema de la Tierra; los países desarrollados reconocen
la responsabilidad que les incumbe en la búsqueda internacional del desarrollo
sostenible, en vista de las presiones que sus sociedades ejercen sobre el medio
ambiente mundial, y de las tecnologías y los recursos financieros de que disponen;
también, los Estados deberán reducir o eliminar modalidades de producción y de
consumo insostenibles, y fomentar políticas demográficas apropiadas.
La
forma idónea de tratar las cuestiones ambientales supone la
participación de todos los ciudadanos interesados; así, los Estados deberán
favorecer y fomentar la concienciación y la participación de la población
mediante la amplia divulgación de información; además, deberán promulgar leyes
eficaces sobre el medio ambiente, y dotarse de legislaciones nacionales
relativas a la responsabilidad y a la indemnización de las víctimas de la
contaminación y otros daños ambientales; además, en sus jurisdicciones deberán
evaluar el impacto ambiental de actividades que pudiesen tener consecuencias
adversas.
Deberán cooperar en el fomento de un sistema económico internacional
abierto, que lleve al crecimiento económico y al desarrollo sostenible de todos
los países, sin que se recurra a políticas ambientales como medio arbitrario
para la restricción del comercio internacional. En principio, el costo que
conlleva la contaminación incumbirá a quien contamine.
Los Estados deberán informar a los demás de las catástrofes naturales u
otras actividades que puedan tener consecuencias perjudiciales fuera de sus
fronteras. El desarrollo sostenible exige un mejor conocimiento científico de
los problemas; así, los Estados deberán divulgar los conocimientos y las
tecnologías innovadores capaces de contribuir al logro del desarrollo
sostenible.
La
participación de la mujer, junto con la creatividad, los ideales
y el valor de los jóvenes y los conocimientos de los pueblos indígenas cuya
identidad, cultura e intereses deberán reconocer y apoyar los Estados, son
imprescindibles para alcanzar el desarrollo sostenible.
La
guerra, es por definición, perniciosa para el desarrollo sostenible; en
consecuencia, los Estados deberán respetar las disposiciones del derecho
internacional que protegen el medio ambiente en épocas de conflicto, y cooperar
para su consolidación ulterior, la paz, el desarrollo y la protección del medio
ambiente son interdependientes e inseparables.
2º.- El Programa 21 (también conocido como Agenda 21). Es un texto y
complejo que contiene más de 2.500 recomendaciones prácticas. Recoge todos los
problemas ambientales así como un programa de acción para la recuperación y
desarrollo sostenible de determinados sectores a fin de establecer una política
ambiental a nivel mundial.
Incluye propuestas concretas en cuestiones sociales y económicas, como
la lucha contra la pobreza, la evolución de las modalidades de producción y de
consumo, la dinámica demográfica, la conservación y ordenación de los recursos
naturales, la protección de la atmósfera, los océanos y la diversidad
biológica, la prevención de la deforestación y el fomento de la agricultura
sostenible.
Para ayudar a los países a formular normas sobre sostenibilidad y
controlar sus efectos, el Programa 21 reconoce la necesidad de que se
establezcan una serie de indicadores de desarrollo sostenible de aceptación
internacional.
3º.- Declaración de principios para la ordenación sostenible de los
bosques. No tiene fuerza jurídica obligatoria, sin embargo su importancia
radica en que fue el primer consenso mundial sobre la cuestión. Se dispone, en
ella, fundamentalmente que todos los países, en especial los desarrollados,
deberían esforzarse por "reverdecer" la Tierra mediante la re forestación y la conservación forestal; que los Estados tiene derecho a
conservar sus bosques conforme a sus necesidades socio económicas, y que deben
aportarse a los países en desarrollo recursos financieros destinados concreta mente a establecer programas de conservación forestal con miras a
promover una política económica y social de sustitución.
Tras la aprobación de la declaración, en 1995, se estableció un Grupo
Intergubernamental sobre los Bosques, en calidad de órgano subsidiario de la
Comisión sobre el Desarrollo Sostenible.
Además
se firmaron dos Tratados Internacionales: La Convención Marco de las Naciones
Unidas sobre Cambio Climático y el Convenio sobre la Diversidad Biológica, y se
iniciaron las negociaciones para convocar la Convención de lucha contra la
Desertificación, en la cual se firmaría, dos años más tarde el Convenio con el
mismo nombre, que entró en vigor en diciembre de 1996.
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Detalle general del tema:
El medio ambiente y el ser humano
Transformación y conservación del medio:
Problemas medioambientales
Transformación y conservación del medio:
- Descubrimiento de la agricultura y la ganadería. Mayor disponibilidad de alimentos y cambios de aspecto en el paisaje.
La extensión de los cultivos produce cambios drásticos en el paisaje.
La degradación del medio
Las principales causas son las siguientes:
- Contaminación del agua dulce y de los mares: producida por la actividad industrial y las ciudades.
- Contaminación del aire: procedente de la industria y los automóviles. La generación de gases de efecto invernadero representa un peligro de calentamiento global que podría cambiar el clima a nivel planetario.
- Destrucción de la capa de ozono: resultado de la emisión de ciertos gases industriales, la pérdida de esta capa atmosférica dejaría a la Tierra sin protección contra las radiaciones solares.
- Destrucción de los bosques: la pérdida de la vegetación natural, unida al calentamiento global, permite un rápido avance del desierto.
- Residuos urbanos: la acumulación de basura es un grave problema de las ciudades modernas.
- Eliminación de la biodiversidad: la pérdida de variedad biológica empobrece el ecosistema global y priva a la humanidad de importantes recursos.
- La transformación del entorno
- La producción agrícola
- Las nuevas tecnología.
- El aumento de la pobreza
El crecimiento de las ciudades
Funciones del Medio Ambiente
Definiciones del concepto de desarrollo sostenible:aquél desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones. Intuitivamente una actividad sostenible es aquélla que se puede mantener. Por ejemplo, cortar árboles de un bosque asegurando la repoblación es una actividad sostenible. Por contra, consumir petróleo no es sostenible con los conocimientos actuales, ya que no se conoce ningún sistema para crear petróleo a partir de la biomasa. Hoy sabemos que una buena parte de las actividades humanas no son sostenibles a medio y largo plazo tal y como hoy están planteadas.
La forma idónea de tratar las cuestiones ambientales
El ser humano debe ser plenamente consciente en la dualidad en que vive. El esquema hasta ahora vigente es que el mundo de la fauna, la flora, los suelos y el resto de los recursos naturales subyace y se somete a los propósitos creados por y para el género humano.
Se creó un organismo de carácter sectorial denominado Programa de las Naciones Unidas para El Medio Ambiente -PNUMA,